Las cuerdas, en numero de dieciséis, eran de seda hasta finales del s. XVII. El interprete pellizca las cuerdas con el pulgar, el índice y el corazón de la mano derecha, o simplemente con el pulgar y el índice tal como lo hacen tradicionalmente en el sur de Vietnam. El corazón, el anular y, sobre todo, el índice de la mano izquierda ejercen una presión más o menos fuerte sobre la parte de las cuerdas que se encuentra entre los puentes y las clavijas, modificando la tensión de las cuerdas, y por tanto la altura de las notas tocadas. La técnica de la mano izquierda permite una ornamentación muy rica y muy elaborada de la melodía.
El instrumento se afina según la tesitura de los cantantes o según el hò grado fundamental dado por la flauta travesera en los conjuntos instrumentales. Se toca solo o formado parte de los conjuntos instrumentales de música de divertimento, de música de corte o de música de teatro. El timbre cristalino de las cuerdas de acero y la interpretación delicada y sutil de este instrumento le dan un carácter más bien femenino.