Rumania es, el país europeo, donde la práctica de la flauta de Pan sigue estando más viva. En su forma rústica, está formada por entre ocho y veinticuatro tubos de madera o caña de distinta longitud pero de diámetros idénticos, cerrados por abajo. Se ordenan según su tamaño y se mantienen unidos mediante una montura ligeramente curva. La afinación se consigue vertiendo cera en el interior de cada tubo. El modelo profesional moderno, más sofisticado, tiene treinta tubos y sus posibilidades expresivas son mayores.