En tibetano dung-dkar puede traducirse como "concha blanca".
En muchos casos la concha aparece bajo su forma natural. En otros va provista de una embocadura de metal y en algunos casos puede llevar una prolongación hecha con una placa metálica, llamada ala (gshog-ma), de cobre o plata. Entre los motivos que frecuentemente se emplean en la decoración del ala, se encuentran los ocho signos del buen augurio, pero sobre todo uno o varios monstruos marinos evocando el enemigo tradicional de la concha. Los ocho signos son: dos peces simbolizando los seres salvados; baldaquín simbolizando la protección contra todo mal; concha enrollada hacia la derecha simbolizando la proclamación de la celebridad de los santos; nudo sin fin; parasol circular para celebrar la victoria del budismo; vaso de la abundancia conteniendo las joyas espirituales; loto emblema de la pureza; rueda símbolo de la ley búdica. Los monasterios más ricos utilizan conchas con ala de metal.
Raramente es utilizada sola, ya que la mayoría de las veces, dos intérpretes se colocan lado con lado y soplando en su instrumento van turnándose de tal forma que nunca queda interrumpido el sonido. Como la interpretación no requiere una gran habilidad técnica, es frecuentemente confiada a los jóvenes monjes.
Tradicionalmente la concha dung-dkar es utilizada como instrumento de señal en el seno de la comunidad monástica. A veces forma parte del grupo instrumental, particularmente en las ceremonias relativas al culto de divinidades apacibles.