El cuerpo y el mástil están tallados en una sola pieza de madera. Generalmente lleva tres cuerdas principales, raramente cuatro, y varias cuerdas simpáticas. Circunstancia que le hace ser más pesado y robusto, en comparación con violines similares como la lyra griega o la lijerica croata que no llevan cuerdas simpáticas. El puente, situado entre los dos ochi "ojos", apoya un pie sobre la parte superior del instrumento y el otro reposa en la parte inferior. De esta forma, la vibración de las cuerdas es directamente transferida a ambas partes al mismo tiempo. El instrumento se mantiene en posición vertical, apoyado sobre el cinturón del intérprete o sujeto con una correa. Las cuerdas se tocan, con la punta de los dedos o las uñas, sin presionarlas contra el mástil. Es utilizado para el acompañamiento de danzas y cantos, generalmente formando parte de pequeños grupos instrumentales.