Tradicionalmente, en Myanmar (Birmania), la profesión de herrero ha sido considerada una ocupación honrosa, asociada al valor, la fuerza y la integridad. El manejo del bronce mediante el procedimiento de la cera perdida, ha dado lugar a hermosas campanas con singulares adornos.
Este tipo de campanas eran utilizadas, en la zona de Mandalay, en los búfalos a modo de cencerro.