El tambor para los lele es un bien comunal y sagrado, y simboliza la armonía y la concordia necesarias para la comunidad.
Su cuerpo está decorado con una máscara en relieve que le define como lele, ya que los ngeende del grupo kuba producen un tambor similar sin máscara.
Muy frecuentemente, el tambor lleva en el interior de su caja de resonancia, uno o varios cuerpos extraños, más o menos voluminosos, que ruedan sobre las paredes y sobre las pieles cuando se mueve el instrumento, haciendo de esta forma el papel de un sonajero.