Los sonajeros, para los hemba, tienen dos funciones. Durante el día son utilizados por las mujeres para acompañar sus cantos y danzas. Por la noche, estos mismos sonajeros sirven a los magos los adivinos con los rostros cubiertos de caolín, para curar las enfermedades invocando a los espíritus y expulsar el mal del enfermo mediante hechizos.
En muchas ocasiones la empuñadura de madera se encuentra tallada. Las figuras representan seres humanos, pudiendo ser de formas naturales o abstractas.