También es conocida con el nombre de duda, como en la vecina Bielorrusia. Está provista de lengüetas simples y normalmente se toca sola.
Desde hace mucho tiempo la cornamusa acompaña no solamente las fiestas, festividades lugareñas y ferias, sino también las fiestas agrícolas y los ritos familiares. A comienzos del s. XX la koza fue desapareciendo del panorama musical en beneficio del acordeón. Actualmente se utiliza en la parte occidental de Ucrania.