Literalmente ‘pez de madera’. Tallado en una sola pieza de madera de alcanforero, el instrumento toma la forma abstracta de un pez. Es necesario verlo con ojos creyentes para observar la cola, las escamas y los ojos. Puede estar, o no, lacado en color rojo.
Según la leyenda budista y actual creencia, cuando se golpea una madera que representa un pez se estimula una sensación de vigilia, ya que aquel pez permanecía despierto tanto de día como de noche. En un contexto religioso el muyu es usado principalmente en los templos budistas. Acompaña, al ser percutido con golpes regulares, el rezo cantado de los monjes. También es usado en las secciones de percusión de los conjuntos Cantoneses para acompañar el canto y la música instrumental.
